Desde su fundación a mediados del siglo XVI, Arequipa ha acumulado una serie de mitos y leyendas, hasta su mismo nombre roza con la leyenda. Según una leyenda, cuando el inca Mayta Cápac decidió establecerse con su ejército en el valle del Chili llamó a aquel lugar “Are que pay”, que en quechua significa “Sí, nos quedamos”.
Arequipa, la «Ciudad Blanca» del Perú, no solo es conocida por su impresionante arquitectura colonial y sus majestuosos paisajes andinos, sino también por su rica tradición oral llena de mitos y leyendas que han pasado de generación en generación. Estas historias, cargadas de misterio y simbolismo, reflejan tanto la cosmovisión andina como la influencia española que marcó la región desde la época colonial. A continuación, te invito a un recorrido por algunos de los mitos y leyendas más fascinantes de Arequipa.
¿Cuáles son los mitos y leyendas más conocidos de Arequipa?
El volcán Misti: guardián de Arequipa
Una de las leyendas más emblemáticas de Arequipa está relacionada con el volcán Misti, un coloso que se erige imponente sobre la ciudad. Según la tradición, el Misti es más que un simple volcán; es un guardián protector que vigila a los arequipeños desde tiempos inmemoriales.
La leyenda de Misti y Chachani
Cuenta la leyenda que el Misti, un joven volcán, se enamoró perdidamente de la hermosa Chachani, una montaña que se alza al norte de Arequipa. Sin embargo, esta historia de amor no fue sencilla. El Coropuna, otro volcán, también pretendía el amor de Chachani, lo que desencadenó una feroz disputa entre ambos. La pelea fue tan intensa que sacudió la tierra y provocó erupciones volcánicas que esparcieron cenizas por toda la región. Al final, fue el Misti quien conquistó el corazón de Chachani, y desde entonces ambos permanecen juntos, vigilando la ciudad.
Este mito no solo resalta el carácter majestuoso de las montañas que rodean Arequipa, sino que también muestra cómo las culturas andinas personificaban los elementos naturales, otorgándoles características humanas y divinas.
La casa del fundador y sus fantasmas
Otro lugar cargado de historias es la Casa del Fundador, una antigua casona ubicada en la campiña arequipeña. Este edificio histórico, que data de la época colonial, es conocido no solo por su valor arquitectónico, sino también por las leyendas que envuelven sus muros.
El fantasma del fundador
La leyenda más conocida relata que el espíritu de Garcí Manuel de Carbajal, el fundador de Arequipa, todavía ronda los pasillos de la casa. Se dice que su alma está atrapada allí, y que en las noches más oscuras se puede escuchar el eco de sus pasos mientras recorre la casona, revisando cada rincón como si aún estuviera supervisando la construcción de la ciudad.
Este tipo de leyendas son comunes en edificaciones antiguas, y aunque pueden parecer fantasiosas, reflejan el respeto y la reverencia que los arequipeños sienten por su historia y sus antepasados.
El tesoro escondido en Yanahuara
El barrio de Yanahuara, famoso por sus miradores y sus pintorescas calles empedradas, también tiene su propia leyenda de tesoros ocultos. Se dice que durante la época colonial, un grupo de españoles, temiendo ser asaltados por indígenas rebeldes, decidió esconder un gran tesoro de oro y plata en algún lugar de Yanahuara.
La búsqueda interminable
A lo largo de los años, muchos han intentado encontrar este tesoro, pero todos los esfuerzos han sido en vano. La leyenda asegura que el tesoro está maldito y que solo será encontrado por alguien de corazón puro y buenas intenciones. Esta historia ha alimentado la imaginación de muchos aventureros, aunque hasta el día de hoy, el tesoro sigue siendo solo un mito.
Las leyendas de tesoros ocultos son comunes en muchas culturas, especialmente en regiones con un pasado colonial. Estas historias suelen simbolizar la codicia humana y las consecuencias de tratar de obtener riquezas de manera deshonesta.
La iglesia de Yanahuara y el demonio
La iglesia de Yanahuara, una de las más antiguas y bellas de Arequipa, también es protagonista de una leyenda oscura. Se dice que durante su construcción, los albañiles encontraron dificultades insuperables para levantar sus muros. Cada noche, lo que habían avanzado durante el día se derrumbaba misteriosamente.
El pacto con el diablo
Desesperados, los constructores decidieron hacer un pacto con el diablo, prometiéndole el alma del primer ser que entrara a la iglesia una vez terminada la construcción. Así fue como, al poco tiempo, lograron completar la obra. Sin embargo, los aldeanos, al enterarse del pacto, enviaron un gallo para que fuera el primero en cruzar la puerta de la iglesia, engañando al diablo.
Este relato es un claro ejemplo de las leyendas que mezclan elementos religiosos y sobrenaturales, muy comunes en la tradición popular andina y española.
La campana de la catedral que nunca sonó
La Catedral de Arequipa, ubicada en la Plaza de Armas, es un monumento icónico de la ciudad. Sin embargo, pocos saben que una de sus campanas es protagonista de una leyenda que aún hoy intriga a los arequipeños.
La campana maldita
Se cuenta que la campana mayor de la catedral, conocida como «La Gorda», nunca ha podido sonar. Durante su fundición, se dice que los trabajadores mezclaron oro y plata en su fabricación, lo que provocó que la campana quedara maldita. A pesar de los numerosos intentos por hacerla sonar, la campana siempre se ha mantenido en silencio, y aquellos que han intentado forzarla han sufrido accidentes o enfermedades misteriosas.
Las historias de objetos malditos son comunes en las leyendas urbanas, y suelen simbolizar la creencia de que ciertas riquezas o materiales pueden traer consigo desgracias si no son utilizados correctamente.
La cruz del alto de La Misti
En la cima del volcán Misti se encuentra una cruz que, según la leyenda, fue colocada por los primeros cristianos que llegaron a Arequipa. Esta cruz, sin embargo, no es solo un símbolo religioso; está cargada de un profundo significado cultural y espiritual.
La protección contra los demonios
Se cree que la cruz fue colocada para proteger a la ciudad de los demonios y espíritus malignos que, según las antiguas creencias, habitaban en el volcán. Cada año, se realiza una peregrinación al Misti, donde los fieles llevan ofrendas y rezan para que la cruz continúe protegiendo a Arequipa de cualquier mal.
Esta leyenda es un claro ejemplo de cómo las creencias cristianas se fusionaron con las antiguas tradiciones andinas, creando un sincretismo religioso que aún persiste en la región.
El callejón de la monja
El Callejón de la Monja, ubicado en el centro histórico de Arequipa, es conocido por ser un lugar donde se respira misterio y misticismo. La leyenda que envuelve este lugar narra la historia de una monja que, habiendo roto su voto de castidad, fue condenada a vagar eternamente por el callejón.
La aparición espectral
Según los relatos, en las noches más oscuras, se puede ver la figura de una mujer vestida con un hábito blanco, caminando lentamente por el callejón. Se dice que su rostro refleja una profunda tristeza, y que aquellos que la han visto de cerca aseguran haber sentido un frío intenso y una sensación de melancolía inexplicable.
Este tipo de leyendas sobre apariciones de monjas o figuras religiosas es común en muchas ciudades coloniales de América Latina, y a menudo simbolizan la lucha interna entre la devoción y las tentaciones mundanas.
El puente de Fierro y el hombre sin cabeza
El Puente de Fierro, una estructura construida en el siglo XIX con diseño de Gustave Eiffel, es otro lugar cargado de historias en Arequipa. Aunque es una maravilla de la ingeniería, también es el escenario de una leyenda oscura.
El hombre decapitado
La leyenda cuenta que un hombre fue injustamente condenado a muerte durante la construcción del puente. Fue decapitado en el lugar y, desde entonces, su espíritu vaga por las noches buscando su cabeza perdida. Los que han cruzado el puente tarde en la noche afirman haber visto una figura oscura sin cabeza que camina erráticamente por la estructura.
Este mito refleja las leyendas urbanas típicas de las grandes construcciones, donde los accidentes y las injusticias del pasado parecen quedar impregnados en la arquitectura misma.
El convento de Santa Catalina y las almas en pena
El Monasterio de Santa Catalina es uno de los principales atractivos turísticos de Arequipa, conocido por su impresionante arquitectura colonial y su historia como convento de clausura. Sin embargo, detrás de sus muros se esconden historias de almas en pena.
Las novicias y los susurros
Se dice que algunas novicias que fallecieron en el convento antes de tomar sus votos aparecen en las noches, susurrando oraciones o lamentándose por su destino. Los cuidadores del convento afirman haber escuchado voces y pasos cuando el lugar está vacío, y algunos visitantes han reportado sentir presencias inexplicables mientras recorren sus claustros.
Las leyendas sobre almas en pena en conventos son comunes, y reflejan las tensiones y sacrificios que muchas mujeres enfrentaron al ser forzadas a la vida religiosa en épocas pasadas.
Otros mitos y leyendas
El diablo de la Catedral
Narra la historia del demonio que se escondió en la Catedral de Arequipa cuando aún estaba en construcción. En la oscuridad de la noche se escuchaban ruidos extraños y risas malévolas. El miedo era tal que decidieron llamar a un sacerdote, quien con la ayuda de Dios encerró al demonio dentro de una escultura de madera, la cual puede ser apreciada por todos los que visitan la Catedral arequipeña.
El fraile sin cabeza
Es una leyenda que se remonta al siglo XVI. Cuenta la historia de un fraile que perdió la cabeza a manos de un noble español tras una fuerte riña. El hecho ocurrió cerca de la Catedral de Arequipa. El religioso fue enterrado sin cabeza, por eso todas las noches sale a buscar su cabeza.
Los gentiles
Cuentan que cuando hay noche de luna llena en fiestas patronales en los pueblos aparecen los llamados gentiles, jóvenes extranjeros, blancos y simpáticos, que buscan a su víctima para llevársela. Cuando esas personas desaparecen, la gente suele decir “Se han ido con los gentiles”.
La sirena del puente
En épocas de lluvias se aparece una bella mujer con cuerpo de sirena por el puente Bolognesi. A cierta hora espera sobre una piedra a su amado, quien aparece desnudo, arrastrando unas cadenas, por el callejón Ibáñez. Ambos se encuentran y se sumergen en las aguas del río Chili. Dicen que por la zona aparecen muchachas bonitas que esperan a un hombre para llevarlo a su dominio.
El indio dormido
Cuentan que un pasado remoto, el apu Pichu se enamoró de su vecina, el volcán Chachani, pero lo dioses no aceptaron esta relación. La colera de Pichu lo llevó a blasfemar contra los dioses y fue castigado. El cielo se abrió y una torrencial lluvia hizo que Pichu cayera de espalda sobre la cumbre más alta y quedará convertido en piedra. Por eso, el nevado Pichu tiene la forma de un indio dormido.
Los mitos y leyendas de Arequipa no solo enriquecen el patrimonio cultural de la región, sino que también nos permiten comprender mejor la identidad y el imaginario colectivo de sus habitantes. Estas historias, transmitidas de boca en boca, son una ventana al pasado, a las creencias y temores que han moldeado la historia de la «Ciudad Blanca».
